1.1 Elementos de contexto para la gestión de la información en las universidades en la era de la sobreinformación

Las universidades contemporáneas existen en contextos mundiales de crisis económica, nueva gestión pública y nuevos mecanismos de administración, aseguramiento de la calidad, globalización, desarrollo de la ciencia y la técnica, incremento y usos diversos de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), surgimiento de nuevos valores culturales, auge de la ecología, y un sinnúmero de cambios que les exigen responder a múltiples demandas, todas ellas acompañadas de reporte de información.

En Colombia, el surgimiento de los sistemas de información de la educación superior, así como del Sistema Nacional de Acreditación y las posteriores decisiones gubernamentales para el aseguramiento de la calidad; los cambios permanentes en la normatividad nacional en pro de una administración pública eficiente, transparente, autorregulada y centrada en los usuarios de los servicios provistos por las entidades del Estado; el seguimiento a las políticas, programas y metas de los planes de desarrollo institucional y de los planes de desarrollo municipales, departamentales y nacionales; las nuevas formas de relacionamiento del Estado con las universidades y, en especial, las reglas del juego para su financiación y la inclusión de estas como actores centrales en el desarrollo social y económico del país; la medición de los productos y el impacto del ejercicio de las funciones misionales, con un énfasis en aquellos productos relacionados con la investigación, la innovación, el emprendimiento y la internacionalización; el reconocimiento de la importancia de contar con mediciones que den cuenta del cumplimiento de los objetivos de la educación; el surgimiento de múltiples, diversos y dispersos rankings internacionales, nacionales, sectoriales y temáticos; las exigencias de una sociedad cada vez más informada y de algunos miembros de la academia que han encontrado en la universidad su objeto de estudio e investigación; el surgimiento y la expansión de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, y con ellas la disposición y reducción en los costos de almacenamiento, análisis y divulgación de información de tipo estadístico, así como la exigencia y el uso de estas para la estandarización y disposición de información y datos en formatos abiertos; el surgimiento de nuevos enfoques, metodologías y tendencias complementarias a la estadística como la inteligencia de negocios, la analítica, la ciencia de los datos, la minería de datos, los grandes datos (Big Data), etc., son algunos de los causantes centrales del auge de las mediciones y la sobreabundancia de datos. De allí la importancia de la organización y gestión de la información cuantitativa en las universidades en general, y en las universidades estatales, oficiales o públicas2 en particular.

Adicionalmente, las leyes relacionadas con la transparencia, la rendición de cuentas, las TIC y contra la corrupción al interior de las entidades públicas colombianas tienen un común denominador: la disposición y divulgación de la información por parte de las entidades del Estado en formatos abiertos y accesibles, de manera proactiva y pública, y con la oportunidad, pertinencia y calidad esperada que dé cuenta del cumplimiento de sus funciones misionales.

Así, durante las tres últimas décadas las universidades públicas y privadas del país han experimentado una creciente demanda de información interna y externa, en especial de tipo cuantitativo, que ha dejado de ser un elemento limitado y trivial para convertirse en un recurso abundante, de uso obligatorio y de valor estratégico para la gestión de la universidad contemporánea. Las causas y consecuencias de este fenómeno son múltiples, diversas y complejas para la organización tradicional universitaria que se soporta a nivel mundial en siglos de historia, donde la tradición y lo simbólico han jugado un papel central tanto en la estructura de sus gobiernos como en la forma de organizarse, prestar sus servicios, autoevaluarse y autorregularse.


  1. La Ley 30 de 1992 establece que las instituciones de educación superior en Colombia se clasifican por razón de su origen en: estatales u oficiales, privadas y de economía solidaria. Sin embargo, dado el uso tradicional y las connotaciones del término públicas, en esta publicación se utilizarán indistintamente los términos universidades públicas, estatales y oficiales.